La basura espacial alcanza cantidades monstruosas muy preocupantes, hasta tal punto que, de no cambiar las cosas, se predicen colisiones en órbita durante los próximos 200 años, según advierte un reciente estudio.

Pero empecemos por el principio. Tratándose de temas sobre el universo, casi mejor si nos ahorramos remontarnos al origen (La tierra era una enorme bola de fuego…) y pasamos directamente a lo que interesa, es decir, a definir la basura espacial como una gran cantidad de objetos artificiales sin utilidad que orbitan la Tierra a increíbles velocidades.

Esta definición casi telegráfica puede completarse añadiendo que se trata de restos de las naves espaciales (desde grandes trozos de cohetes o naves obsoletas hasta simples partículas de pintura u objetos desprendidos durante las misiones) que no regresan a la atmósfera, orbitando a velocidades que superan los 27.000 km/h.

Limpieza para evitar colisiones

Según el mencionado estudio sobre basura espacial, presentado en la Conferencia Europea sobre Dedeshos Espaciales celebrada en Alemania, algunas órbitas satelitales están tan saturadas de desechos que previsiblemente se producirán unas 20 colisiones catastróficas durante los próximos dos siglos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la basura seguirá creciendo, sobre todo en la denominada órbita terrestre baja, situada entre 200 y 2000 kilómetros sobre la superficie del planeta, donde se realiza la mayor parte de las operaciones y, por lo tanto, done también hay más basura, con una estimación actual de cerca de 30.000 objetos de más de 10 centímetros de longitud.


Para evitar que la cosa vaya a más, habría que dejar de ensuciar o, lo que es lo mismo, crear un código de buenas prácticas espaciales, señalan los autores del estudio.
La intención de dicho código sería que los operadores espaciales en órbita terrestre baja hagan que sus equipos caigan a la Tierra de forma programada y natural tras la misión.

Como propuestas para eliminar la basura acumulada, se propone o bien llevar a cabo una misión específica para recoger los satélites fuera de uso. A este respecto, la Agencia Espacial Alemana aporta sus avances en capturas robóticas de objetos espaciales con su innovador proyecto llamado DEOS.