En esto de la extinción, abejas y abejorros van de la mano. Más que revolotear, van cuesta abajo en un vuelo en picado que no parece poder detenerse. De seguir así, muchas de sus especies podrían desaparecer en los próximos años.

En efecto, aunque no dejamos de insistir sobre el peligro de exterminio que acecha a las abejas, los abejorros no están en mejor situación. Según acabamos de conocer, su declive es brutal en el ámbito europeo, advierte un nuevo estudio.

Llevado a cabo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) a petición de la Comisión Europea, el trabajo concluye con unas “malas noticias” para los abejorros de Europa.

Grandes pérdidas

La disminución de su población afecta casi a la mitad (46%) de las 68 especies de abejorros que habitan en Europa. De ellas, un 24 por ciento de esas especies están “en peligro de extinción”.
La pérdida y deterioro del hábita por la urbanización, los insecticidas, las largas sequías y la contaminación son las principales amenazas que explican su progresiva desaparición, por lo que finalmente acaban afectándoles cuestiones similares que a las abejas.


Pero las noticias que trae el estudio no sólo lo son para los abejorros. Como polinizadores, son un elemento clave en los ecosistemas o, lo que es lo mismo, su desaparición tendrá gravísimas consecuencias para la producción de alimentos y también para el equilibrio de los hábitats naturales en general.

En cifras, el estudio especifica que, junto con otros polinizadores, los abejorros ayudan a ingresar “más de 30.000 millones de dólares anuales a la agricultura europea”. Tengamos en cuenta que tres de los cinco insectos polinizadores más importantes de los cultivos europeos son especies de abejorros. Lejos de ser anecdótica, su actividad es vital, por lo que su declive es el nuestro, en realidad.