¿Sabías que una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en perros es la epilepsia? Estamos hablando de un desorden cerebral que puede provocar convulsiones graves en el animal producidas por pequeñas descargas eléctricas en el cerebro. Los ataques suelen tener una duración de uno o dos minutos, aunque en algunos casos pueden llegar a los treinta minutos.

Hoy queremos seguir indagando sobre esta enfermedad. En concreto, queremos hablarte sobre las causas que la desencadenan. ¿Nos acompañas?

Una enfermedad genética

Lo primero que queremos comentar es que la mayoría de expertos coinciden en que la epilepsia es una enfermedad genética. De hecho, algunos estudios han llegado a la conclusión de que alrededor del 40% de los casos se explican por razones hereditarias. En este sentido, es importante tener en cuenta que hay ciertas razas que son más propensas a padecer epilepsia que otras. Es el caso del pastor alemán, el san bernardo, el beagle, el poddel y el setter irlandés.

Es importante que tengas en cuenta que aunque hay más casos de epilepsia en estas razas, esto no quiere decir que la enfermedad no pueda presentarse en ejemplares de otras razas.

Evitar momentos de tensión

En cuanto a los ataques, no se sabe con exactitud cuál es el factor o los factores que los desencadenan, pero se cree que este tipo de episodios pueden comenzar por estados de tensión o excitación. Por eso, si tu perro sufre esta enfermedad, es mejor que evites las fuentes de tensión como sesiones de apareamiento, exposiciones o concursos de belleza. Algunos expertos también aseguran que los ataques de epilepsia pueden producirse por un efecto hormonal en las hembras, así que recomiendan esterilizarlas.

Por último, queremos comentar que los ataques epilépticos pueden ser síntoma de otras enfermedades o desórdenes más allá de la epilepsia, así que ante un episodio de este tipo, tendrás que acudir al veterinario de inmediato.