Elegante y hermosa, Arezzo es una ciudad de la Toscana en la que debes recalar si pasas tus vacaciones en esta parte de Italia. Todavía conserva casi intacta su esencia sin que la mano turista haya hecho demasiados estragos, con sus restaurantes, tiendas y comercios concebidos para sus habitantes y no para los foráneos. Posee gran riqueza histórica y artística y seguro que sus calles te resultan familiares, pues en ella se rodaron algunas escenas de la película “La vida es bella”. Y bella es, también, Arezzo. La conocemos con más detalle a continuación.

Una ciudad del medievo

La propia imagen de la ciudad nos remonta a la Edad Media y al Renacimiento. Destaca su Piazza Grande, lugar en el que Roberto Benigni perseguía a su principessa. En la plaza encontrarás paneles explicativos que te llevarán hacia las localizaciones de esta ciudad que se pueden ver en la película.

El arte de Arezzo

Arezzo se sitúa a 75 kilómetros de Florencia y a 215 de Roma. En ella es posible disfrutar de elementos únicos del arte medieval como el Cristo de Cimabue, un crucifijo que data del año 1270 y que se encuentra en la iglesia de San Domenico. Se considera que fue la primera vez que las figuras de la pintura del medievo conseguían tomar perspectiva y movimiento. Otra visita es la que puedes hacer a la Casa Vasari, un palacio que fue residencia del pintor, arquitecto y escritor del Renacimiento italiano Giorgio Vasari. También es visita obligada la Basílica di San Francesco, donde poder ver La Leyenda de la Vera Cruz, obra maestra de Piero della Francesca.

Anticuarios

Arezzo se caracteriza también por su tradición en el mundo de las antigüedades, pues en este lugar encontrarás muchas tiendas dedicadas a ello y el primer sábado de cada mes se instala un importante mercado en sus calles. Arezzo se encuentra al margen de las grandes rutas de la Toscana, por lo que es un lugar muy mágico para poder disfrutar con los cinco sentidos, un paso atrás en el tiempo que merece la pena dar.