Hallan restos del tiburón más grande de la historia en Canarias
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El depredador marino más importante de todos los tiempos se gastaba
unos dientes que metían miedo… y que, como era de esperar, siguen
haciéndolo incluso millones de años después, aun siendo restos fósiles, ya inofensivos.
Esos temibles colmillos forman parte de los restos hallados por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en aguas canarias durante una campaña de investigación marina, concretamente en los fondos de isla de La Graciosa, un yacimiento de fósiles entre los que se encuentran restos de un megalodón, nombre con el que se denomina a un tiburón extinguido hace dos millones de años, el mayor depredador marino jamás conocido.
El megalodón medía 20 metros de largo y pesaba hasta 100 toneladas, pero de este ejemplar ya sólo quedan unos cuantos dientes, un total de 15 hallados junto con otras piezas dentales de otros tipos de tiburones al pie de la montaña submarina conocida como Banco de la Concepción, al norte de La Graciosa y a unos 1.000 metros de profundidad.
Aunque encontrar unos simples dientes pueda parecer poca cosa, en realidad este hallazgo permite saber cuáles eran sus presas, entre otras las ballenas, peces, tortugas, delfines, focas y demás mamíferos marinos.
Asímismo, la presencia de restos de sirénidos (los únicos mamíferos marinos herbívoros), hallados por primera vez, aporta una valiosa información sobre el tipo de ecosistema que tuvieron las islas durante su formación en el Mioceno. Sea como fuere, de lo que no hay duda es de que se trataba de un lecho marino donde había abundante fauna marina.
Esos temibles colmillos forman parte de los restos hallados por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en aguas canarias durante una campaña de investigación marina, concretamente en los fondos de isla de La Graciosa, un yacimiento de fósiles entre los que se encuentran restos de un megalodón, nombre con el que se denomina a un tiburón extinguido hace dos millones de años, el mayor depredador marino jamás conocido.
El megalodón medía 20 metros de largo y pesaba hasta 100 toneladas, pero de este ejemplar ya sólo quedan unos cuantos dientes, un total de 15 hallados junto con otras piezas dentales de otros tipos de tiburones al pie de la montaña submarina conocida como Banco de la Concepción, al norte de La Graciosa y a unos 1.000 metros de profundidad.
Un gran hallazgo
Sus descubridores consideran el hallazgo “un acontecimiento de gran relevancia científica”, pues los restos “demuestran que en esa época vivió, cazó y se reprodujo en estas aguas el Otodus Megaselachus Megalodon”, un tiburón que vivió aproximadamente desde hace 20 millones de años, en el Mioceno, gran migrador que colonizó todos los océanos.Aunque encontrar unos simples dientes pueda parecer poca cosa, en realidad este hallazgo permite saber cuáles eran sus presas, entre otras las ballenas, peces, tortugas, delfines, focas y demás mamíferos marinos.
Asímismo, la presencia de restos de sirénidos (los únicos mamíferos marinos herbívoros), hallados por primera vez, aporta una valiosa información sobre el tipo de ecosistema que tuvieron las islas durante su formación en el Mioceno. Sea como fuere, de lo que no hay duda es de que se trataba de un lecho marino donde había abundante fauna marina.
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