No es la primera vez que los defensores de los animales salvan de la olla a un buen número de perros y gatos en China. Pero sus pequeños-grandes logros no eran sino leves arañazos en la punta de un iceberg que, ahora sí, acaba de recibir un duro golpe en su base, en esta ocasión también gracias a la incansable labor de los activistas.

Esto es lo que se llama una buena arremetida contra el tráfico de estos pobres animales para el consumo de su carne y la venta de las pieles. Tras una investigación de Igualdad Animal, la policía se ha incautado de más de medio millar de perros y gatos en la ciudad de Foshan, provincia de Guangdong, como parte de la operación de clausura de un matadero clandestino y de 33 comercios vinculados a él situados en el mercado de Los Tres Pájaros de Dali.

Con tan exitosa operación, los animalistas salvan cada año a más de un millón y medio de perros y gatos, número estimado de animales que eran traficados a través de esta importante red de traficantes.

Abandonados o robados

Las terroríficas imágenes obtenidas por Igualdad vinieron de perlas a los defensores de los animales chinos del Centro de Voluntarios de Guanzhou para denunciar la ilegalidad del matadero y de los comercios.



La mayoría de estos animales proceden de la calle o son robados a sus dueños por traficantes de perros que llegan a asaltar los hogares para conseguir su objetivo. Sin embargo, la normativa no prohibe matar a perros y gatos si se cumplen las medidas biosanitarias y se tienen certificados del origen y vacunas.

Así las cosas, la noticia es positiva, no cabe duda, pero mientras las leyes y costumbres no cambien, poco se podrá hacer contra estas matanzas, sean legales o no. Bien pensado, lo cierto es que las granjas y los mataderos convencionales que ponen la carne en nuestros bonitos platos no dejan de ser algo bastante, pero que bastante similar.