Las ninfas son animales cariñosos que se convierten rápidamente en una mascota de cuya compañía nos gusta disfrutar. Son dóciles, sociables y quieren mucho a sus propietarios, por lo que la relación con estos animales resulta muy sencilla.

Para conseguir que tengan una calidad de vida plena y buena salud a nuestro lado, es necesario proporcionarles una serie de cuidados:

Debemos tener precaución con todo aquello que pueda suponer un peligro para nuestra mascota, especialmente si la dejamos volar suelta por casa. Deberemos prestar atención a los espejos, las ventanas o incluso a otras mascotas.

La jaula debe tener una amplitud necesaria para que el animal esté cómodo. Cómo mínimo debe tener 50 centímetros de base y 65 de altura. La higiene de los bebederos y comederos debe ser diaria, y siempre debe tener agua fresca a su alcance. Así mismo, debe estar alejada del sol directo, así como de las corrientes de aire y también evitaremos colocarla cerca de zonas húmedas. Por la noche, es necesario que el animal duerma en un sitio tranquilo y, preferentemente, con la jaula cubierta para aislarle de la luz.

En cuanto a su dieta, podemos darle una mezcla especifica para ninfas y agapornis o un pienso específico para ninfas o combinar ambos. No deben faltarle alimentos frescos como plátano, manzana, zanahoria, lechuga, etc., que le aportan vitaminas y minerales y de cuyo sabor disfruta.

Como animal inteligente que es, también debes proporcionarle juguetes y objetos con los que entretenerse, como juguetes de madera, escaleras o rampas. Debes revisarlos de vez en cuando para asegurarte que no presentan grietas que puedan dañar a tu ninfa y asegúrate de que ninguno de los objetos que le proporcionas tiene partes pequeñas que el animal se pueda tragar, ya que podría asfixiarse.