Los cocodrilos pueden subirse a los árboles
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¿Que los cocodrilos y caimanes son lentos en tierra? Aunque son
reptiles que normalmente se encuentran en el agua, su principal medio,
en realidad esconden un talento oculto para trepar que ha dejado boquiabiertos a los científicos. “Su agilidad fuera del agua es espectacular“, afirman los autores de un estudio que observaron cocodrilos en tres continentes.
Por lo tanto, trepar a un árbol no sería una buena idea para estar a salvo de ellos, lo que significa que en su hábitat no hay dónde esconderse a no ser que sepamos volar bien alto. Según descubrieron los investigadores, pueden alcanzar una altura de hasta cinco metros y desplazarse con soltura por las ramas, siempre que éstas sean los suficientemente gruesas.
De forma inesperada, científicos de la Universidad de Tennessee encontraron que muchos cocodrilos observados en Austria, África y América del Norte acostumbraban a tomar el sol y hacer labores de vigilancia subidos a los árboles.
Además, aunque el cocodrilo no ha evolucionado para trepar, según apuntaron los zoólogos, el árbol permite una vigilancia muy segura, pues “escapar es tan fácil como dejarse caer”.
El descubrimiento confirma observaciones similares realizadas en estudios anteriores, así como algunas experiencias de animales que viven en cautiverio, aunque en este segundo caso los cocodrilos podrían querer trepar para escapar del recinto o tratarse de un comportamiento anómalo en cautiverio. Así, el dato ampliará el conocimiento que tenemos sobre estos reptiles, mejorando a su vez la interpretación de sus restos arqueológicos.
Por lo tanto, trepar a un árbol no sería una buena idea para estar a salvo de ellos, lo que significa que en su hábitat no hay dónde esconderse a no ser que sepamos volar bien alto. Según descubrieron los investigadores, pueden alcanzar una altura de hasta cinco metros y desplazarse con soltura por las ramas, siempre que éstas sean los suficientemente gruesas.
De forma inesperada, científicos de la Universidad de Tennessee encontraron que muchos cocodrilos observados en Austria, África y América del Norte acostumbraban a tomar el sol y hacer labores de vigilancia subidos a los árboles.
Vigilar y tomar el sol
Esta costumbre era frecuente en lugares donde había poco espacio para caminar, así como ausencia de piedras y otros lugares cálidos, ya que hacerlo podría ayudarles también a mejorar su vista y su temperatura del cuerpo, pues son animales de sangre fría (pecilotermos) que dependen del sol o de otros medios exteriores para regularla.Además, aunque el cocodrilo no ha evolucionado para trepar, según apuntaron los zoólogos, el árbol permite una vigilancia muy segura, pues “escapar es tan fácil como dejarse caer”.
El descubrimiento confirma observaciones similares realizadas en estudios anteriores, así como algunas experiencias de animales que viven en cautiverio, aunque en este segundo caso los cocodrilos podrían querer trepar para escapar del recinto o tratarse de un comportamiento anómalo en cautiverio. Así, el dato ampliará el conocimiento que tenemos sobre estos reptiles, mejorando a su vez la interpretación de sus restos arqueológicos.
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