¿Qué son los cenotes?
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Los cenotes más famosos del mundo, destino turístico, se encuentran en la península de Yucatán, en México. Los cenotes son lagunas naturales
que se han formado en circunstancias muy especiales: el lecho es de
piedra caliza y el lago se nutre de aguas subterráneas. Aunque los más
famosos son los mencionados de México, hay en otros lugares.
Los cenotes se han formado durante millones de años. Poco a poco, la lluvia fue desgastando la piedra caliza y se formó un enorme sistema de cuevas subterráneas y cavernas, que se llenaban con el agua de las precipitaciones que se filtraba. Si el techo se derrumba, se forma un cenote. En la península de Yucatán se calcula que hay unos siete mil cenotes.
El término “cenote” proviene de la palabra maya “dzonot” o “ts’onot”, que significa pozo sagrado o abismo. Para esta cultura, representaban la principal fuente de agua dulce en una región que no cuenta lagos y sufre largas temporadas de sequías. Así, casi todas las aldeas mayas se asentaron cerca de un cenote, de modo que tenían asegurado el suministro de agua potable.
Ahora son destinos turísticos donde los viajeros disfrutan de un baño en sus aguas cristalinas. Los más famosos son como grandes piscinas de aguas abiertas que miden decenas de metros de diámetro, como las de Chichén Itzá, un lugar con cenotes protegidos.
El agua del cenote, a menudo, es muy clara, pues el agua proviene de filtrado que realiza la tierra del agua de lluvia. Casi no tienen partículas en suspensión. Esta circunstancia atraen a nadadores y buceadores de todo el mundo que exploran las cuevas, algunas de las cuales miden cien kilómetros o más.
Algunos de los cenotes más visitados son el Cenote Zaci, en Valladolid, o el Cenote San Ignacio, en Chochola, iluminado artificialmente y donde hay, al lado, un restaurante. Tampoco hay que olvidar el Cenote Sambula, en Motul.
Los cenotes se han formado durante millones de años. Poco a poco, la lluvia fue desgastando la piedra caliza y se formó un enorme sistema de cuevas subterráneas y cavernas, que se llenaban con el agua de las precipitaciones que se filtraba. Si el techo se derrumba, se forma un cenote. En la península de Yucatán se calcula que hay unos siete mil cenotes.
El término “cenote” proviene de la palabra maya “dzonot” o “ts’onot”, que significa pozo sagrado o abismo. Para esta cultura, representaban la principal fuente de agua dulce en una región que no cuenta lagos y sufre largas temporadas de sequías. Así, casi todas las aldeas mayas se asentaron cerca de un cenote, de modo que tenían asegurado el suministro de agua potable.
De ritos religiosos a destino turístico
Además, los cenotes eran importantes por razones religiosas. Los mayas creían que los cenotes podían ser portales hacia el inframundo y, por tanto, una manera de comunicarse con los dioses. Los arqueólogos han encontrado restos de ceremonias religiosas que tuvieron lugar en o alrededor de los cenotes, incluyendo sacrificios humanos.Ahora son destinos turísticos donde los viajeros disfrutan de un baño en sus aguas cristalinas. Los más famosos son como grandes piscinas de aguas abiertas que miden decenas de metros de diámetro, como las de Chichén Itzá, un lugar con cenotes protegidos.
El agua del cenote, a menudo, es muy clara, pues el agua proviene de filtrado que realiza la tierra del agua de lluvia. Casi no tienen partículas en suspensión. Esta circunstancia atraen a nadadores y buceadores de todo el mundo que exploran las cuevas, algunas de las cuales miden cien kilómetros o más.
Algunos de los cenotes más visitados son el Cenote Zaci, en Valladolid, o el Cenote San Ignacio, en Chochola, iluminado artificialmente y donde hay, al lado, un restaurante. Tampoco hay que olvidar el Cenote Sambula, en Motul.
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