En la medicina china a menudo se usan hierbas y plantas que tienen beneficios medicinales. Ahora, una investigación de Greenpeace ha descubierto que algunas de estas hierbas contienen varias sustancias tóxicas provenientes de plaguicidas. Por tanto, el uso de estas medicinas, a largo plazo, puede suponer riesgos para la salud.

En China, los productos provenientes de hierbas, no sólo se usan como remedios medicinales, sino también como condimento para la cocina. Son, en definitiva, parte del patrimonio culinario del país. Más aún, parte del patrimonio cultural. Plantas como el ginseng o los crisantemos se echan a sopas o, incluso, al té, para curar algunos problemas de salud.

Fuera de China, muchas personas consumen esta medicina tradicional y “natural”. Son personas que buscan alternativas a los medicamentos elaborados por las grandes multinacionales farmacéuticas. En Estados Unidos, este mercado de medicina alternativa basada en hierbas medicinales genera un negocio de 60.000 millones de dólares al año y sigue creciendo.

Pero la imagen de una anciana mujer que pasea por el campo recogiendo estas plantas es una idealización de la realidad. la verdad es que muchas de estas hierbas se cultivan desarrollando una agricultura química intensiva. Las plantas no se recogen en la naturaleza, sino que se cultivan con el objetivo principal de sacar el mayor beneficio empresarial posible.

Algunos de los pesticidas detectados en la investigación de Greenpeace son considerados altamente peligrosos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunos de los productos en los que se usan estas hierbas alcanzan un nivel de residuos químicos que viola las normas europeas de seguridad alimentaria. Estos pesticidas pueden provocar problemas de aprendizaje, trastornos hormonales y anomalías reproductivas.

Una amenaza para el medio ambiente y para la salud

Del mismo modo que la agricultura industrial que abusa de los productos químicos puede dañar la salud, los remedios medicinales basados en hierbas naturales (que dejan de ser naturales), al ser cultivadas con productos químicos, dañan el medio ambiente y resultan una amenaza para la salud humana.

Si se quiere consumir medicina natural, ésta debe provenir de agricultura ecológica. Muchas hierbas medicinales tradicionales chinas se venden en los países occidentales conteniendo restos de plaguicidas. Según el estudio de Greenpeace, de las 36 muestras analizadas y que estaban contenían como ingredientes como crisantemo, bayas de Goji, madreselva, lirio seco, flores de Rosebud o azufaifo, 32 de ellas contenían residuos de tres o más pesticidas.

Ya en 2010, un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) sobre las bayas de Goji, descubrió trece pesticidas diferentes. Las muestras contenían metales pesados como cadmio en niveles que superaban los límites legales, cobre en niveles altos próximos a los límites legales y plomo en niveles legales.