Los pingüinos cambian sus costumbres reproductivas
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Los científicos no podían dar crédito a lo que veían sus ojos. Era un cambio radical e inesperado, pero las imágenes satelitales y aéreas no dejaban lugar a la duda. En contra de lo que se esperaba, aquellos pingüinos emperador estaban criando a sus polluelos en un lugar insólito.
Las cuatro colonias habían elegido para la crianza las plataformas de hielo, y no en el hielo del mar unido al continente, -también llamado el hielo fijo-, como es habitual. ¿Pero, por qué este cambio? La ciencia no tiene una respuesta clara.
Por lo pronto, científicos del British Antarctic Survey, de la División Antártica Australiana y de la Universidad de California confirmaron su actividad reproductiva en estas plataformas, ubicadas en distintas zonas antárticas, concretamente en la Antártida Oriental y en la Península Antártica.
Sea como fuere, el estudio valora positivamente esta adaptación al entorno, pues será tremendamente valiosa cuando avance la pérdida de hielo marino, tal y como se prevé que ocurra. Además, con el agravante de las predicciones que le auguran un negro futuro a la especie, que perderá la mitad de su población a mitad de siglo.
Elegir un nuevo lugar es saber adaptarse, es cierto, pero al mismo tiempo acceder a esas plataformas de hielo supone un coste de energía, por lo que será un desgaste que no siempre podrá asumirse. Por otra parte, estos cambios imprevistos abren una pequeña ventana a la esperanza ante un mundo que se calienta sin freno. No todo está escrito, por fortuna.
Las cuatro colonias habían elegido para la crianza las plataformas de hielo, y no en el hielo del mar unido al continente, -también llamado el hielo fijo-, como es habitual. ¿Pero, por qué este cambio? La ciencia no tiene una respuesta clara.
Por lo pronto, científicos del British Antarctic Survey, de la División Antártica Australiana y de la Universidad de California confirmaron su actividad reproductiva en estas plataformas, ubicadas en distintas zonas antárticas, concretamente en la Antártida Oriental y en la Península Antártica.
La amenaza del deshielo
Dando un paso más, intentan encontrar la razón de ese cambio. Por un lado, su comportamiento reproductivo se considera asociado al cambio climático o, por qué no, podría tratarse de un comportamiento no documentado hasta la fecha.Sea como fuere, el estudio valora positivamente esta adaptación al entorno, pues será tremendamente valiosa cuando avance la pérdida de hielo marino, tal y como se prevé que ocurra. Además, con el agravante de las predicciones que le auguran un negro futuro a la especie, que perderá la mitad de su población a mitad de siglo.
Elegir un nuevo lugar es saber adaptarse, es cierto, pero al mismo tiempo acceder a esas plataformas de hielo supone un coste de energía, por lo que será un desgaste que no siempre podrá asumirse. Por otra parte, estos cambios imprevistos abren una pequeña ventana a la esperanza ante un mundo que se calienta sin freno. No todo está escrito, por fortuna.
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