Exgeólogo de BP: el petróleo se acaba
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Un exgeólogo de British Petroleum (BP) ha advertido de que la era del petróleo barato se ha acabado. El cambio de modelo energético, por tanto, debe ser inmediato. No sólo por respeto al medio ambiente y para frenar el cambio climático, sino también porque, en una economía tan dependiente del petróleo como la actual, hay un peligro constante de recesión económica que producirá conflictos armados y hambre en todo el mundo.
El doctor Richard G. Miller ha hecho estas declaraciones en una conferencia celebrada en el University College de Londres (UCL) que versaba sobre los peligros naturales a las que se tendrán que enfrentar las aseguradoras. Miller trabajó para BP desde 1985 hasta 2008.
Los datos oficiales de organismos tan importantes e influyentes como la Agencia Internacional de Energía (AIE), la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), demuestran que el petróleo convencional alcanzó su punto máximo alrededor de 2008.
Miller cree que la industria del petróleo está mintiendo en este asunto y las reservas mundiales, al ritmo actual de consumo, no durarán más de 53 años. Eso incluso contando con nuevos descubrimientos y con el desarrollo del petróleo y del gas natural no convencional. La producción global de petróleo está disminuyendo alrededor de 4,1% por año, esto es, 3,5 millones de barriles por día y año.
La producción de petróleo líquido convencional ha sido estable desde 2008. El crecimiento en el suministro de líquido, desde ese año, se ha visto compensado, en gran parte, por el aumento de producción de gas natural licuado (GNL) en forma de etano, propano, butano o pentano (gases, todos ellos, de efecto invernadero), así como con petróleo procedente de arenas de alquitrán, que requiere de un proceso más contaminante que la extracción de petróleo convencional.
Se espera, por tanto, una disminución constante de la producción convencional global antes de 2030. incluso puede que ocurra antes de 2020. Ésta es la verdadera razón del brutal desarrollo de la fractura hidráulica o fracking: las multinacionales petroleras se quedan sin negocio y tienen que buscar una alternativa, aunque sea a costa de destrozar el medio ambiente en todo el planeta.
La solución no es seguir agotando las reservas de combustibles fósiles, sino apostar por las energías renovables y limpias y reducir el consumo energético.
El doctor Richard G. Miller ha hecho estas declaraciones en una conferencia celebrada en el University College de Londres (UCL) que versaba sobre los peligros naturales a las que se tendrán que enfrentar las aseguradoras. Miller trabajó para BP desde 1985 hasta 2008.
Los datos oficiales de organismos tan importantes e influyentes como la Agencia Internacional de Energía (AIE), la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), demuestran que el petróleo convencional alcanzó su punto máximo alrededor de 2008.
Miller cree que la industria del petróleo está mintiendo en este asunto y las reservas mundiales, al ritmo actual de consumo, no durarán más de 53 años. Eso incluso contando con nuevos descubrimientos y con el desarrollo del petróleo y del gas natural no convencional. La producción global de petróleo está disminuyendo alrededor de 4,1% por año, esto es, 3,5 millones de barriles por día y año.
La producción de petróleo líquido convencional ha sido estable desde 2008. El crecimiento en el suministro de líquido, desde ese año, se ha visto compensado, en gran parte, por el aumento de producción de gas natural licuado (GNL) en forma de etano, propano, butano o pentano (gases, todos ellos, de efecto invernadero), así como con petróleo procedente de arenas de alquitrán, que requiere de un proceso más contaminante que la extracción de petróleo convencional.
El negocio de las empresas energéticas depende del fracking
Se espera, por tanto, una disminución constante de la producción convencional global antes de 2030. incluso puede que ocurra antes de 2020. Ésta es la verdadera razón del brutal desarrollo de la fractura hidráulica o fracking: las multinacionales petroleras se quedan sin negocio y tienen que buscar una alternativa, aunque sea a costa de destrozar el medio ambiente en todo el planeta.
La solución no es seguir agotando las reservas de combustibles fósiles, sino apostar por las energías renovables y limpias y reducir el consumo energético.
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