Un pescador captura un asombroso pez transparente
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El pescador no daba crédito a lo que veían sus ojos y decidió
capturar a aquella extraña criatura que pugnaba por escapar de su red, un pez asombroso, de un color transparente. Finalmente, tras hacerle unas cuentas fotos, lo devolvió al mar y… acabó descubriendo que su hallazgo no era tan insólito como creía. ¿Pero, de qué se trataba?
Parecía de cristal, casi un alien y al tacto era gelatinoso, pero su forma delataba que era un pez. Y, en efecto, así era. Los científicos saben bien de qué se trata, y ni siquiera consideran que el suceso sea tal, a diferencia del gran público, es decir, de la gran mayoría, que lo contemplamos boquiabiertos, ojipláticos, es decir, con una mayúscula sorpresa, como prueba el interés mediático que ha despertado la noticia.
Los sálpidos (Salpidae) son una fuente de alimento para algunos peces, focas y tortugas. Vulgarmente conocidos como salpas, se desplazan por contracción, bombeando agua a través de su cuerpo. Es esa agua bombeada la que también le alimenta a través de unos filtros alimentarios internos a los que llega el fitoplancton. Precisamente, al ser un animal indefenso y transitar aguas abiertas, su falta de color le protege de los depredadores. Es decir, se trata de camuflaje puro y duro.
El misterioso hallazgo, por lo tanto, ha acabado en anécdota. Ese pez translúcido era un pez relativamente común en aquellas aguas, así como en los mares ecuatoriales y fríos. Eso sí, poco se sabe de ellos más allá de su existencia y de algunas características como las referidas, por lo que todavía hay mucho que descubrir sobre estos animales.
Parecía de cristal, casi un alien y al tacto era gelatinoso, pero su forma delataba que era un pez. Y, en efecto, así era. Los científicos saben bien de qué se trata, y ni siquiera consideran que el suceso sea tal, a diferencia del gran público, es decir, de la gran mayoría, que lo contemplamos boquiabiertos, ojipláticos, es decir, con una mayúscula sorpresa, como prueba el interés mediático que ha despertado la noticia.
Maggiore Salpa
El ejemplar capturado y liberado por Stewart Fraser cuando estaba pescando 43 millas al norte de la península de Karikari, en Nueva Zelanda, sería un Maggiore Salpa (Salpa maxima), según informaron especialistas consultados. En realidad no es un animal tan raro, pues pertenece a la familia de los sálpidos, bastante abundantes, apunta el científico Dennis Gordon de la agencia de investigación acuática y atmosférica de aquel país.Los sálpidos (Salpidae) son una fuente de alimento para algunos peces, focas y tortugas. Vulgarmente conocidos como salpas, se desplazan por contracción, bombeando agua a través de su cuerpo. Es esa agua bombeada la que también le alimenta a través de unos filtros alimentarios internos a los que llega el fitoplancton. Precisamente, al ser un animal indefenso y transitar aguas abiertas, su falta de color le protege de los depredadores. Es decir, se trata de camuflaje puro y duro.
El misterioso hallazgo, por lo tanto, ha acabado en anécdota. Ese pez translúcido era un pez relativamente común en aquellas aguas, así como en los mares ecuatoriales y fríos. Eso sí, poco se sabe de ellos más allá de su existencia y de algunas características como las referidas, por lo que todavía hay mucho que descubrir sobre estos animales.
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