Fusión nuclear, energía limpia e inagotable cada vez más cerca
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Los científicos llevan décadas intentando demostrar la viabilidad de
la fusión nuclear, un tipo de energía similar a la que producen las estrellas,
como el sol, que a partir de un sólo gramo de materia generaría una
energía equivalente a ocho toneladas de petróleo. Se trata de una energía inagotable, limpia y totalmente segura.
El objetivo es producirla, primero, y después hacerla rentable, pero el camino que todavía hay que recorrer es largo y sin garantías de éxito, entendido como solución real, es decir, comercializable, a la demanda de energía, que no deja de aumentar en todo el mundo.
Son varias las investigaciones que se llevan a cabo en distintos puntos del mundo. Todas persiguen el mismo objetivo, si bien lo hacen de forma diferente. No puede dejar de mencionarse la impresionante infraestructura conocida como ITER, cuyo desafío es señalar qué pasos hay que seguir para alcanzar el reto de construir un reactor comercial que logre producir esta energía perfecta.
Su construcción podría llevarse a cabo para 2035 y, si todo sale bien, para 2050 sería una realidad doméstica o, lo que es lo mismo, las redes de electricidad se alimentarían de centrales eléctricas de fusión nuclear.
Además del reactor nuclear que operará en 2020 en Cadarache (Francia) y del que se espera que multiplique por diez la energía de partida, investigadores estadounidenses han logrado por primera vez que la fusión nuclear produjera más energía que la necesaria para ponerlo en marcha. Además, lo han hecho a partir de un combustible limpio como es el hidrógeno.
Sin embargo, según se ha publicado en la revista Nature, la liberación de energía generada superó a la absorbida por el combustible, con lo que se consigue mucho más que la autosuficiencia: los excedentes de energía. Por lo tanto, en este experimento de la National Ignition Faciliity (NIF), además de producir energía de fusión, algo que no es nuevo, se logró la rentabilidad.
Ahora, el siguiente desafío es conseguir que ese instante exitoso se prolongue, llegue a ser algo sostenido en el tiempo para así posibilitar su uso. Básicamente, se necesita que la ignición o encendido prenda, ponga en marcha el proceso de un modo continuo. Que provoque una reacción que dure y permita ese rendimiento que solucionaría el problema de la demanda energética en el mundo.
El objetivo es producirla, primero, y después hacerla rentable, pero el camino que todavía hay que recorrer es largo y sin garantías de éxito, entendido como solución real, es decir, comercializable, a la demanda de energía, que no deja de aumentar en todo el mundo.
Son varias las investigaciones que se llevan a cabo en distintos puntos del mundo. Todas persiguen el mismo objetivo, si bien lo hacen de forma diferente. No puede dejar de mencionarse la impresionante infraestructura conocida como ITER, cuyo desafío es señalar qué pasos hay que seguir para alcanzar el reto de construir un reactor comercial que logre producir esta energía perfecta.
Su construcción podría llevarse a cabo para 2035 y, si todo sale bien, para 2050 sería una realidad doméstica o, lo que es lo mismo, las redes de electricidad se alimentarían de centrales eléctricas de fusión nuclear.
En busca del Grial
“Si algo falla, esa temperatura de 200 millones de grados, se enfriaría y la reacción se apagaría. Sería imposible un accidente, pues sólo trabajamos con un gramo de materia”, explica Steve Cowley, director del programa de fusión británico, cuyo centro de operaciones está situado al sur de Oxford.Además del reactor nuclear que operará en 2020 en Cadarache (Francia) y del que se espera que multiplique por diez la energía de partida, investigadores estadounidenses han logrado por primera vez que la fusión nuclear produjera más energía que la necesaria para ponerlo en marcha. Además, lo han hecho a partir de un combustible limpio como es el hidrógeno.
Sin embargo, según se ha publicado en la revista Nature, la liberación de energía generada superó a la absorbida por el combustible, con lo que se consigue mucho más que la autosuficiencia: los excedentes de energía. Por lo tanto, en este experimento de la National Ignition Faciliity (NIF), además de producir energía de fusión, algo que no es nuevo, se logró la rentabilidad.
Ahora, el siguiente desafío es conseguir que ese instante exitoso se prolongue, llegue a ser algo sostenido en el tiempo para así posibilitar su uso. Básicamente, se necesita que la ignición o encendido prenda, ponga en marcha el proceso de un modo continuo. Que provoque una reacción que dure y permita ese rendimiento que solucionaría el problema de la demanda energética en el mundo.
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