Ecología y moda: ropa y vestidos sostenibles
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La moda ecológica hace posible estar a la última
cuidando el medio ambiente, al menos en cierto modo. una apuesta por un mundo más sostenible.
Porque, vaya por delante que, por muy verde que sea la ropa adquirida, en realidad no deja de ser un objeto de consumo. Aún así, en comparación con las prendas convencionales, constituye
Dentro de la ropa ecológica caben un sinfín de posibilidades que consiguen, de un modo u otro, que estar a la moda no esté reñido con un planeta saludable. Por un lado, son muchas las marcas y empresas textiles que utilizan materias primas orgánicas para confeccionar los diseños que estarán de moda cada temporada.
Ya se empleen unos u otros materiales, en general son prendas libres de químicos y demás sustancias tóxicas, recurriendo al reciclaje, a plantaciones orgánicas de algodón, lana, bambú, cáñamo o una larga serie de materiales innovadores y biodegradables, como la fécula de patata o, pongamos por caso, la fibra de maíz.
En plan económico y mucho más verde también se puede ir a la moda reutilizando ropa descartada o regalada que vuelve a ser el último grito, recurriendo a las tiendas de segunda mano o, ya en clave futurista, a impresoras que crean ropa nueva a partir de la vieja.
Del mismo modo, el proceso de fabricación de las prendas verdes ha de controlar la contaminación y hacer un uso responsable de los recursos energéticos (en transporte, maquinaria, etc.) o del agua para que una prenda sume puntos en valor ecológico. Por contra, la ropa no ecológica poluciona sobremanera por los componentes con los que se fabrica, tiene una mayor huella de carbono y hasta puede perjudicar nuestra salud.
Porque, vaya por delante que, por muy verde que sea la ropa adquirida, en realidad no deja de ser un objeto de consumo. Aún así, en comparación con las prendas convencionales, constituye
Dentro de la ropa ecológica caben un sinfín de posibilidades que consiguen, de un modo u otro, que estar a la moda no esté reñido con un planeta saludable. Por un lado, son muchas las marcas y empresas textiles que utilizan materias primas orgánicas para confeccionar los diseños que estarán de moda cada temporada.
Ya se empleen unos u otros materiales, en general son prendas libres de químicos y demás sustancias tóxicas, recurriendo al reciclaje, a plantaciones orgánicas de algodón, lana, bambú, cáñamo o una larga serie de materiales innovadores y biodegradables, como la fécula de patata o, pongamos por caso, la fibra de maíz.
De la alta costura al kambalache
Su precio suele ser superior por las dificultades de fabricación de los materiales y, en muchas ocasiones, también por simple cuestión de marketing. Encontraremos ropa orgánica de marcas que sólo se dedican a ello, como Absolute Organic o Ecoalf y también en líneas creadas por marcas conocidas, del estilo de H&M, Zara o Levi´s. Incluso diseñadores de fama mundial como Versace, Moschino o Armani tienen creaciones respetuosas con el medio ambiente.En plan económico y mucho más verde también se puede ir a la moda reutilizando ropa descartada o regalada que vuelve a ser el último grito, recurriendo a las tiendas de segunda mano o, ya en clave futurista, a impresoras que crean ropa nueva a partir de la vieja.
Del mismo modo, el proceso de fabricación de las prendas verdes ha de controlar la contaminación y hacer un uso responsable de los recursos energéticos (en transporte, maquinaria, etc.) o del agua para que una prenda sume puntos en valor ecológico. Por contra, la ropa no ecológica poluciona sobremanera por los componentes con los que se fabrica, tiene una mayor huella de carbono y hasta puede perjudicar nuestra salud.
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