El Alzhéimer en gatos
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¿Creías que el Alzhéimer solo afectaba a los seres
humanos? ¡Pues estabas muy equivocado! Los gatos y los perros también
pueden sufrir esta enfermedad. De hecho, al menos uno de cada res gatos
de entre 11 y 14 años de edad desarrolla demencia senil felina.
Lógicamente, el riesgo de que el gato padezca demencia felina o el
llamado Alzhéimer del gato aumenta con la edad.
Los gatos han aumentado su esperanza de vida en la última década. Actualmente, la media de un felino doméstico ronda entre los 16 y 21 años de edad y, como te acabamos de adelantar, la mayor longevidad felina conlleva un mayor riesgo para que aparezca esta enfermedad. ¿Quieres saber cómo afecta el Alzhéimer a los felinos? A continuación te lo contamos.
Es importante conocer estas transformaciones para poder tratar el Alzhéimer a tiempo. Entre los problemas de conducta más frecuentes entre los felinos ancianos que padecen disfunción cognitiva destacamos lo siguientes: el gato anciano no utiliza su arenero, llora o maúlla de forma exagerada, se muestra desorientado y confuso, no reconoce a su dueño en ocasiones, pierde el interés por el acicalamiento, se muestra más gruñón y molesto de lo habitual y pierde el apetito e interés por la comida.
Los gatos han aumentado su esperanza de vida en la última década. Actualmente, la media de un felino doméstico ronda entre los 16 y 21 años de edad y, como te acabamos de adelantar, la mayor longevidad felina conlleva un mayor riesgo para que aparezca esta enfermedad. ¿Quieres saber cómo afecta el Alzhéimer a los felinos? A continuación te lo contamos.
Transformaciones en el gato con Alzhéimer
El cerebro del gato con demencia pierde su funcionalidad, al igual que ocurre con su corazón y otros órganos en los animales ancianos. Esto implica una serie de cambios de conducta en el gato anciano, como respuesta a un proceso degenerativo que se inicia en su sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).Es importante conocer estas transformaciones para poder tratar el Alzhéimer a tiempo. Entre los problemas de conducta más frecuentes entre los felinos ancianos que padecen disfunción cognitiva destacamos lo siguientes: el gato anciano no utiliza su arenero, llora o maúlla de forma exagerada, se muestra desorientado y confuso, no reconoce a su dueño en ocasiones, pierde el interés por el acicalamiento, se muestra más gruñón y molesto de lo habitual y pierde el apetito e interés por la comida.
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