Las dos mayores zonas del planeta libres de pesca
0:00
Se han creado en el Océano Índico meridional dos zonas en las que se ha prohibido la pesca industrial con la técnica de arrastre en aguas profundas.
Con esta iniciativa impulsada por la UICN (Unión
Internacional por la Conservación de la Naturaleza) y la SIODFA (Southern Indian Ocean Deepsea Fishers Association se crea la mayor zona del planeta para que las especies se recuperen.
En 2006, la SIODFA ya creó once áreas cerradas a la pesca. El objetivo es ayudar a proteger y conservar la denominada zona bentónica, la parte inferior del mar, y la rica biodiversidad que allí vive. Todas estas zonas tienen una extensión similar a Noruega.
Estas restricciones tratan de mantener una pesca sin subsidios, rentable y ambientalmente sostenible. Hay que felicitar a SIODFA por la iniciativa y en su búsqueda por la gestión responsable de la pesca en aguas profundas y hay que animar al resto de flotas pesqueras y organizaciones del sector a que sigan su ejemplo.
Las dos áreas cerradas a la pesca incluyen un fondo marino rocoso en la costa de Madagascar y una parte de los montes submarinos situados al sudoeste de la falla de la India. En estas regiones viven corales de aguas frías y esponjas y especies de peces de enorme importancia comercial. Muchos depredadores van a estas zonas para alimentarse, como los tiburones, los atunes, algunos mamíferos marinos y, también, aves marinas.
La pesca de arrastre de fondo causa un terrible daño a la biodiversidad que habita las aguas profundas, organismos que crecen y se reproducen lentamente. El reloj anaranjado o reloj del Atlántico, por ejemplo, es una especie que no llega a la madurez sexual hasta los 30 o 40 años de edad. Por su parte, los arrecifes de coral pueden tardar cientos o incluso miles de años para recuperarse.
La SIODFA se compromete a operaciones de pesca comercial biológicamente sostenibles y económicamente viables en el Océano Índico meridional. Entre sus miembros figuran empresas como Austral Pesca Pty Ltd de Australia, Kanai Fisheries Ltd de Japón, Sealord Group de Nueva Zelanda y ORAFCO del Reino Unido.
Internacional por la Conservación de la Naturaleza) y la SIODFA (Southern Indian Ocean Deepsea Fishers Association se crea la mayor zona del planeta para que las especies se recuperen.
En 2006, la SIODFA ya creó once áreas cerradas a la pesca. El objetivo es ayudar a proteger y conservar la denominada zona bentónica, la parte inferior del mar, y la rica biodiversidad que allí vive. Todas estas zonas tienen una extensión similar a Noruega.
Estas restricciones tratan de mantener una pesca sin subsidios, rentable y ambientalmente sostenible. Hay que felicitar a SIODFA por la iniciativa y en su búsqueda por la gestión responsable de la pesca en aguas profundas y hay que animar al resto de flotas pesqueras y organizaciones del sector a que sigan su ejemplo.
Las dos áreas cerradas a la pesca incluyen un fondo marino rocoso en la costa de Madagascar y una parte de los montes submarinos situados al sudoeste de la falla de la India. En estas regiones viven corales de aguas frías y esponjas y especies de peces de enorme importancia comercial. Muchos depredadores van a estas zonas para alimentarse, como los tiburones, los atunes, algunos mamíferos marinos y, también, aves marinas.
Los corales tardan miles de años en recuperarse
La pesca de arrastre de fondo causa un terrible daño a la biodiversidad que habita las aguas profundas, organismos que crecen y se reproducen lentamente. El reloj anaranjado o reloj del Atlántico, por ejemplo, es una especie que no llega a la madurez sexual hasta los 30 o 40 años de edad. Por su parte, los arrecifes de coral pueden tardar cientos o incluso miles de años para recuperarse.
La SIODFA se compromete a operaciones de pesca comercial biológicamente sostenibles y económicamente viables en el Océano Índico meridional. Entre sus miembros figuran empresas como Austral Pesca Pty Ltd de Australia, Kanai Fisheries Ltd de Japón, Sealord Group de Nueva Zelanda y ORAFCO del Reino Unido.
0 comentarios