Bacterias y algas para filtrar agua contaminada con arsénico
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Los microorganismos y los vegetales pueden hacer mucho para acabar
con la contaminación del agua potable, un grave problema que afecta a
muchos millones de personas en todo el mundo. Es precisamente su gran potencial para ello lo que anima a investigar sin descanso, con resultados sorprendentes. Si hace unos días supimos que el cilantro está teniendo buenos resultados como purificador
de metales pesados disueltos en el agua, ahora conocemos que también
las bacterias son capaces de filtrar el arsénico con ayuda de las algas.
Tanto el estudio del cilantro como filtro de agua, que fue llevado a cabo en México por científicos estadounidenses y mexicanos, como esta investigación realizada en tierras australianas buscan métodos accesibles que acaben con este riesgo para la salud de personas con escasos recursos.
En este último caso, científicos australianos desarrollan un nuevo filtro de agua que elimina el arsénico del agua potable de forma barata y sencilla. Sin embargo, la idea es bastante más sofisticada que el uso de un simple ramillete de cilantro, aunque no por ello mejor, ya que se busca encontrar varias alternativas para que una u otra se utilicen en el día a día por resultar práctico y accesible en distintas zonas geográficas.
La tecnología propuesta es un filtro fabricado a partir de una mezcla de algas y bacterias para convertir el arsénico en una forma menos soluble que facilite su extracción.
Las bacterias podrían hacer el trabajo por sí solas, pero precisan una fuente de carbono y oxígeno para mantenerse con vida, función que cumplen las algas al exponerse a la luz solar. A su vez, las bacterias constituyen materia orgánica que alimenta a las algas.
El objetivo es conseguir un filtro que fuera una solución práctica no sólo para evitar la muerte, sino toda una serie de problemas de salud que ocasiona la exposición prolongada.
Tanto el estudio del cilantro como filtro de agua, que fue llevado a cabo en México por científicos estadounidenses y mexicanos, como esta investigación realizada en tierras australianas buscan métodos accesibles que acaben con este riesgo para la salud de personas con escasos recursos.
En este último caso, científicos australianos desarrollan un nuevo filtro de agua que elimina el arsénico del agua potable de forma barata y sencilla. Sin embargo, la idea es bastante más sofisticada que el uso de un simple ramillete de cilantro, aunque no por ello mejor, ya que se busca encontrar varias alternativas para que una u otra se utilicen en el día a día por resultar práctico y accesible en distintas zonas geográficas.
Alternativa barata y verde
En lo que respecta al arsénico, su presencia en el agua afecta a acuíferos de más de 70 países, por lo que se precisa de una solución que evite la intoxicación mediante algún sistema de filtración que suponga una alternativa a los costosos productos químicos.La tecnología propuesta es un filtro fabricado a partir de una mezcla de algas y bacterias para convertir el arsénico en una forma menos soluble que facilite su extracción.
Las bacterias podrían hacer el trabajo por sí solas, pero precisan una fuente de carbono y oxígeno para mantenerse con vida, función que cumplen las algas al exponerse a la luz solar. A su vez, las bacterias constituyen materia orgánica que alimenta a las algas.
El objetivo es conseguir un filtro que fuera una solución práctica no sólo para evitar la muerte, sino toda una serie de problemas de salud que ocasiona la exposición prolongada.
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