El misterio de las tortugas que no han vuelto a anidar en Nicaragua
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En las playas de Nicaragua no hay la actividad tortuguil de otros años. Si bien es cierto que cada año llegan menos y a un ritmo más lento, esta temporada de desove está
siendo especialmente preocupante por la ausencia de llegadas en masa,
sustituidas por un flemático goteo que descorazona a los grupos
proteccionistas.
La situación inquieta a los científicos marinos, que no se ponen de acuerdo a la hora de dar una respuesta a este misterio. ¿Por qué no vuelven las tortugas como cada año, quizás ha sido por el cambio climático…? El gobierno nicaraguense así lo cree, pero no son muchas las voces expertas discordantes.
Los efectos del calentamiento global podrían afectar a la calidad ambiental, afirman algunos expertos, mientras otros consideran demasiado arriesgado establecer una relación sin contar con suficientes datos que permitan concluir tal cosa.
Explicaciones tremendamente pesimistas (o realistas, quién sabe) no descartan que las embarcaciones pesqueras las hayan estado descuartizando mar adentro, diezmando su población y quizás haciéndolas huir despavoridas. Igualmente, la suciedad de los mares podría haberlas hecho enfermar y morir, directamente.
A tenor de la gran variedad de explicaciones y de la gravedad de la situación, si algo hay claro es que se necesitan estudios que vayan más allá de presuposiciones sin base real. Sea como fuere, esta situación podría suponer una debacle para la especie si no encuentran otros lugares alternativos para desovar. Recordemos que, por otra parte, los desoves son un auténtico espectáculo a nivel turístico del que se obtienen pingües beneficios.
La situación inquieta a los científicos marinos, que no se ponen de acuerdo a la hora de dar una respuesta a este misterio. ¿Por qué no vuelven las tortugas como cada año, quizás ha sido por el cambio climático…? El gobierno nicaraguense así lo cree, pero no son muchas las voces expertas discordantes.
Los efectos del calentamiento global podrían afectar a la calidad ambiental, afirman algunos expertos, mientras otros consideran demasiado arriesgado establecer una relación sin contar con suficientes datos que permitan concluir tal cosa.
Una incógnita
Explicar el fenómeno como un simple descanso en el ciclo reproductivo de los quelonios es la teoría de Milton Camacho, consultor ambiental. Si ello fuera cierto, sería una pausa de un año, tras la que se volvería a la normalidad.Explicaciones tremendamente pesimistas (o realistas, quién sabe) no descartan que las embarcaciones pesqueras las hayan estado descuartizando mar adentro, diezmando su población y quizás haciéndolas huir despavoridas. Igualmente, la suciedad de los mares podría haberlas hecho enfermar y morir, directamente.
A tenor de la gran variedad de explicaciones y de la gravedad de la situación, si algo hay claro es que se necesitan estudios que vayan más allá de presuposiciones sin base real. Sea como fuere, esta situación podría suponer una debacle para la especie si no encuentran otros lugares alternativos para desovar. Recordemos que, por otra parte, los desoves son un auténtico espectáculo a nivel turístico del que se obtienen pingües beneficios.
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