Impresionante casa de piedras inspirada en la naturaleza
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Excepto por su tamaño, parece una típica casa para hobbits,
aunque a su creador, Colin Stokes, no le gusta demasiado la
comparación. Tras comprar un pequeño terreno en los años ochenta con la
indemnización que recibió por un accidente, decidió construirse un hogar con sus propias manos a partir de un pequeño granero.
Sin otro plan ni técnica que seguir la idea de una construcción orgánica de la casa (ir dándole lo que esta iba pidiendo) e intentar captar la esencia de aquellos edificios que siempre le gustaron, este pastor y agricultor británico fue uniendo piedras de los alrededores y fijándolas con un poco de hormigón durante más de una década, hasta conseguir el mágico resultado que muestran las imágenes.
La poesía que destila la arquitectura es un poderoso imán para amantes de la fotografía y para curiosos en general, que no dejan de acudir para visitarla en Chedglow, Wiltshire. Captar su poesía en cada uno de sus rincones (sus vidrieras, su ambiente adorable…) y distintas plantas es una auténtica golosina que resulta fascinante, sobre todo contemplada como parte de un entorno verde.
Todo en ella (el hormigón es una excepción) es un canto a una vida en contacto con la naturaleza. “Las ventanas representan la primavera, el verano, el otoño y el invierno, así como la tierra, el aire, el fuego y el agua. No son más que otro guiño al mundo natural”, dice Stokes.
Sin otro plan ni técnica que seguir la idea de una construcción orgánica de la casa (ir dándole lo que esta iba pidiendo) e intentar captar la esencia de aquellos edificios que siempre le gustaron, este pastor y agricultor británico fue uniendo piedras de los alrededores y fijándolas con un poco de hormigón durante más de una década, hasta conseguir el mágico resultado que muestran las imágenes.
La poesía que destila la arquitectura es un poderoso imán para amantes de la fotografía y para curiosos en general, que no dejan de acudir para visitarla en Chedglow, Wiltshire. Captar su poesía en cada uno de sus rincones (sus vidrieras, su ambiente adorable…) y distintas plantas es una auténtica golosina que resulta fascinante, sobre todo contemplada como parte de un entorno verde.
Un canto a la naturaleza
Con la apertura de una cantera cercana, Stokes la abandonó con gran dolor de corazón. Decidió dejar de vivir en ella e incluso ha vendido la tierra en la que fue construida con auténtica pasión, sin conocimientos arquitectónicos de ningún tipo pero con la sabiduría de una persona que siempre estuvo en contacto con la naturaleza.Todo en ella (el hormigón es una excepción) es un canto a una vida en contacto con la naturaleza. “Las ventanas representan la primavera, el verano, el otoño y el invierno, así como la tierra, el aire, el fuego y el agua. No son más que otro guiño al mundo natural”, dice Stokes.
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