No es fácil curar la locura. ¿Es posible curar una esquizofrenia o una psicosis? La medicina convencional no ofrece un remedio infalible. En países poco desarrollados (y también en los desarrollados), algunas personas recurren a charlatanes, brujos y a medicinas alternativas. Somalia es uno de los países con una mayor tasa de esquizofrenia.

En Somalia, donde la gente se muere literalmente de hambre, el trato a los esquizofrénicos es, a menudo, denigrante. Los encadenan a árboles o, en el peor de los casos, los encierran en jaulas junto a hienas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está apoyando un plan para evitar este maltrato. Abdirahman Ali-Awale, haciéndose pasar por el doctor Hab, ofrece alternativas de tratamientos psiquiátricos.

El doctor Hab no es un psiquiatra, pero ha sido entrenado durante tres meses por la OMS para tratar enfermedades mentales. Su misión, por otra parte, más que médica, es cultural o antropológica: tiene que convencer a los somalíes de que la enfermedad mental no tiene nada que ver con la posesión de los espíritus y que no se cura con los zarpazos de una hiena.

Expulsar a los malos espíritus

Hay una creencia en Somalia que dice que las hienas pueden verlo todo, incluso los malos espíritus. En Mogadiscio, la capital, hay consultorios con hienas. Muchas familias pagan 350 euros para que un familiar pase la noche junto al animal, en la creencia de que así se librará de los malos espíritus y, por tanto, de la locura.


La campaña de la OMS se completa con un mensaje que se emite por la radio en el que aseguran que una enfermedad mental es como cualquier otra enfermedad y debe ser tratada con métodos científicos.

El primero de los hospitales para acoger a este tipo de pacientes es el Hospital de Salud Mental Pública Habeb en Mogadiscio. Hay otros cinco en toda Somalia que han tratado a más de 15.000 pacientes. En todo el país, solo había tres psiquiatras ejerciendo. Hab no cuenta con el título, pero es el mayor impulsor de servicios de salud mental.